Una revisión de aoraciones
Una revisión de aoraciones
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En conclusión, rezar los 7 Dolores de la Virgen María es una ejercicio piadosa que nos acerca a su sufrimiento cuidadoso y nos invita a reflexionar sobre el inclinación y la entrega de Jesús en la cruz. A través de esta oración, somos llamados a unirnos a la Madre de Dios en su dolor y a implorar su intercesión por nuestras micción espirituales y materiales. Además, rezar los 7 Dolores de la Casto María nos ayuda a memorar que, incluso en medio del sufrimiento, podemos encontrar consuelo y esperanza en la Humor y el aprecio de Todopoderoso.
O ¿llora por tantos hijos a quienes el error y el pecado han apagado la vida de la Agudeza y ofenden gravemente a Altísimo? O ¿ son las lágrimas de espera por el retorno de los hijos suyos, un día fieles y hoy arrastrados por falsos encantos entre los enemigos de Dios?
Aunque siempre se han meditado los siete dolores de la Virgen, no hay que olvidar que siete no es un numero de limite o finito, sino de totalidad y plenitud.
¡Ah! ¡cómo debisteis aunque calibrar entonces toda la dimensión y acerbidad de los dolores que había de sufrir vuestro tierno corazón! ¡cómo visteis pero entonces a vuestro dilectísimo Hijo desangrado y sediento en el ara de la santa cruz, sin poderle dar el mas imperceptible lenitivo vuestro maternal afecto, sumiso y resignado a los decretos severísimos del inmortal Padre!
¡Oh Raíz, tan afligida! Luego que en la persona del apóstol Santo Juan nos acogiste como a tus hijos al pie de la cruz y ello a costa de dolores tan acerbos, intercede por nosotros y alcánzanos las gracias que te pedimos en esta oración.
El Cyclamen, Cyclamen hederifolium, se asocia con la muerte y la renuncia o entrega al fin a la vida en la tierra. El ciclamen blanco a menudo tiene rojo en la base de los pétalos, lo que representa el Corazón Doloroso de María.
Aconsejamos leer en el Santo Evangelio las citas que acompañan a cada individuo de los dolores y luego la oración que se acompaña:
Si se vuelve a mí con un sincero propósito de reforma, estoy preparada para recibirle con mi Agudeza, porque YO no tomo en cuenta el núsolo de pecados que ha cometido, sino que me fijo con la disposición que vienen hacia mi; yo luego no siento aversión por curar sus heridas, porque yo soy emplazamiento y soy la Origen de la Misericordia»
Estas cosas han sido dichas por Cristo y sobre Cristo en la Sagrada Antiguo testamento. Pero veamos ahora las evidencias de su divinidad, las cuales podemos clasificar en cuatro categoríGanador:
Sentir no es imperfección cuando el motivo del llanto es santo. Sentir no es intención de debilidad, sino de fina sensibilidad. Lamentar a impulsos del simpatía divino es un don de Alá, don que solo a grandes almas se concede.
«Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación aoraciones y padecimientos.
Pero es más lamentable que muchos católicos, que la tenemos y aceptamos por raíz, asimismo nos olvidemos de ella y no le recemos el Santo Rosario ni meditemos en sus dolores.
5 Lágrimas de dulzura, derramadas con gran suavidad por la unión intima del alma con Jehová. Son lágrimas de puro simpatía que derraman los santos en las mas altas cumbres de perfección cristiana.
La praxis de esta devoción se hace rezando 7 veces el Avemaría. Mientras tanto, hay que ir tomando conciencia de cada singular de los 7 dolores de María, tratando de experimentarlos y darle sentido a su sufrimiento, pues, a pesar de ser santa y de ser Origen de Dios Hijo, no estuvo ajena al dolor.